Foto: Cortesía Marcela Criollo
Con su profundo amor por la tierra y un gran respeto por las tradiciones culinarias, esta cocinera pastusa imprime su huella y construye su propio legado
Marcela tiene 22 años y ya es reconocida nacionalmente como cocinera revelación. Un mérito que ha logrado a pulso, al imprimir en su cocina las enseñanzas de una familia vinculada a la gastronomía.
“Mi abuelita me inculcó el amor por la cocina y los cultivos. Los recuerdos más importantes de mi vida los tengo a su lado; ella fue parte fundamental de mi amor por la cocina, con ella me sentaba junto al fogón y aprendí a cocinar”, comenta.
Su crianza también estuvo influenciada por su tío Aníbal Criollo, quien le inculcó el respeto por la tierra, por cultivar, por la importancia de conservar los orígenes.
Es con esta filosofía que esta familia ha desarrollado, en el Restaurante Naturalia, una propuesta fundamentada en la sostenibilidad ambiental y el cuidado alimentario, donde se rescatan los platos típicos, y se respeta el entorno.
Allí, en el corregimiento de El Encano, donde se encuentra la Laguna de la Cocha, Marcela contribuye con el propósito de enaltecer la alimentación tradicional, utilizando productos limpios, libres de químicos, y cuidando los recursos naturales.
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“Nosotros cultivamos, tenemos animalitos, todo lo utilizamos en el restaurante, pero también hacemos trueques, como lo hacían nuestros ancestros con un profundo sentido de solidaridad. Además, cuidamos las plantas acuáticas, y transformamos las aguas sucias”, señala.
Aunque la trucha, en sus diferentes preparaciones, son los platos estrella de Naturalia, allí también se puede encontrar una amplia variedad de tubérculos de la región, encurtidos de arracacha y olluco, sopas y dulces típicos nariñenses, que rememoran el sabor del campo.
“Para autorreconocernos es necesario mirar hacia la tierra, recuperar lo que hemos dejado de consumir. Rescatar nuestra esencia, que ha sido liderada por mujeres”, apunta.
Impulsada por esta forma de vivir la gastronomía, Marcela Criollo piensa en la próxima generación de Naturalia. A su hija ya le está transmitiendo estos valores. “No quiero que se pierda nuestra esencia y el amor por la tierra que nos hace resaltar nuestra cocina nariñense”.