Tras el desalojo del icónico restaurante Café del Mar del Baluarte Santo Domingo, el gremio de comerciantes, Fenalco Bolívar, ha solicitado al Distrito de Cartagena tomar medidas urgentes para garantizar la estabilidad y desarrollo de las actividades económicas en el Centro Histórico.
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El gremio ha resaltado la importancia de preservar las operaciones comerciales en la zona, tanto en espacios públicos como privados.
Café del Mar y su impacto en el Centro Histórico
El desalojo del restaurante Café del Mar, que ocupaba un lugar estratégico en el Baluarte Santo Domingo, ha generado preocupación entre los comerciantes de la ciudad.
Según Fenalco Bolívar, aunque respetan las decisiones judiciales y administrativas, consideran crucial que se implementen normas claras que permitan el aprovechamiento económico de los espacios públicos bajo reglas justas.
«Cartagena, cuya economía se sustenta en gran parte en el turismo, depende del buen funcionamiento de sus comercios y servicios turísticos», comentó el gremio.
A su vez, Fenalco Bolívar también instó a las autoridades a avanzar en la formulación del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del Centro Histórico, con el fin de regular de manera equitativa las actividades económicas.
La agremiación subrayó que, a través de impuestos y arrendamientos justos, los recursos generados por el comercio podrían ser reinvertidos en la preservación y sostenibilidad de los espacios patrimoniales.
El papel del comercio en la economía local
La organización de comerciantes destacó la importante contribución del comercio formal al Producto Interno Bruto (PIB) de Cartagena, además de ser una fuente significativa de empleo.
Según Fenalco, desde hace casi dos décadas, el gremio ha promovido una visión del Centro Histórico como un núcleo para el desarrollo de actividades comerciales, turísticas y recreativas, en armonía con las instituciones culturales y educativas presentes en la zona.
Preocupación por el futuro de los establecimientos
Fenalco Bolívar expresó su preocupación por las recientes decisiones que impactan la explotación comercial del Centro Histórico, y llamó a las autoridades a reconocer la inversión privada destinada a la restauración y preservación del patrimonio.
Finalmente, hizo un llamado a armonizar las decisiones gubernamentales, de modo que se promueva el desarrollo económico sin comprometer la integridad del patrimonio cultural de la ciudad.
Este llamado a la acción busca evitar que incidentes como el desalojo de Café del Mar afecten la estabilidad económica de una de las zonas más emblemáticas de Cartagena, donde el comercio y el turismo juegan un papel fundamental en el desarrollo local.
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