Unir esfuerzos para hacer frente al cambio climático, por medio de opciones alimentarias sostenibles y saludables, es cada vez más indispensable para el planeta.
Son muchas las maneras en las que el consumo inconsciente de alimentos está afectando el clima. La destrucción de las selvas tropicales para crear tierras para la agricultura, sumado a la creciente demanda del consumo de carne, son factores que contribuyen al aumento de los gases de efecto invernadero.
Desde la producción hasta el consumo el mundo atraviesa una serie de situaciones problemáticas, que muchas veces pasamos por alto. Por eso, con más fuerza, se requiere volcar la mirada hacia la producción y el consumo responsable.
Algunos datos que evidencian la necesidad de un cambio de mentalidad, son:
1.Aproximadamente 1.3 millones de toneladas de alimentos se pierden o se desperdician, a un costo que supera los $ 940 mil millones.
2. El desperdicio no es un mal menor: este fenómeno genera aproximadamente el 8% de las emisiones globales. Advierte la ONU que si el desperdicio fuera un país, tendría la tercera emisión más grande del mundo.
3. En promedio, cerca de 1700 de litros de agua se requieren para producir una simple hamburguesa de carne.
4. 80% de la tierra agrícola se utiliza para la crianza de animales.
5. La producción de carne es el principal vehículo de deforestación
El llamado de la ONU, por medio de su campaña ActNow, es que los cocineros y proveedores de alimentos se enfoquen cada vez más en productos locales y orgánicos y se alejen de las comidas pesadas y rápidas, y de esta manera inspirar a más personas a disfrutar de una comida sostenible y respetuosa con el clima.
Dicha campaña invita a los consumidores a hacer su contribución individual al consumo sostenible de alimentos. El desafío no solo es cocinar platos que sean deliciosos, sino que también sean buenos para el planeta, reducir el consumo de carne y hacer hincapié en los diversos ingredientes vegetarianos.
Nuestra sociedad requiere pues de acciones más sustentables, que satisfagan las necesidades de la generación presente, pero sin afectar las generaciones futuras. Y el sector de la gastronomía tiene una gran responsabilidad allí.
Con información de: Unesco