El turismo en Colombia va ‘de viento en popa’. De acuerdo con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), para el cierre de este año se espera que cerca de 4,5 millones de visitantes no residentes lleguen al país, aumentando la llegada de viajeros entre un 7 y 8%, en comparación con el 2018.
Este crecimiento que está teniendo el sector se ha convertido en una oportunidad para industrias como la gastronómica en la que cada vez más el flujo de turistas extranjeros es mayor y en el que el desafío de innovar es latente.
Es por esto que aunque con el paso de los años nazcan nuevos restaurantes, invertir en chefs especializados en técnicas de cocina se ha vuelto clave para lograr atraer más visitantes.
Y es que un buen cocinero no sólo se encarga de preparar los mejores platos, sino de administrar, planear y desarrollar tareas que ayuden a construir buenas experiencias de principio a fin para sus comensales, tal como las que ofrece la cocina molecular.
Educar sobre la cocina
Para Carolina Parra, presidenta de la reconocida escuela de gastronomía Gato Dumas, estas nuevas dinámicas del sector turismo están convirtiendo la gastronomía en una industria prometedora para las futuras generaciones del país. Por ello, educar sobre cocina se ha convertido en un elemento clave para el desarrollo de este mercado en Colombia.
“Los colombianos deben aprovechar la excelente oportunidad de enfocarse en un sector que está en crecimiento, entendiendo que la naturaleza de la formación gastronómica es el servicio, que la exigencia es tan alta como en cualquier otra profesión y que se den cuenta de la gran riqueza que tenemos en nuestra tierra para ser disruptivos, propositivos y líderes en propuestas gastronómicas”, expresa Parra.
Asimismo, asegura que la evolución de la educación en cocina le permite hoy día a las personas no sólo limitarse al área de cocina sino explorar en áreas conexas que se han desarrollado en los años recientes como la pastelería, panadería, mixología, entre otros.