El concepto de Shirai Ramen se inspira en la infancia de su propietaria, en uno de sus platos preferidos y en los auténticos restaurantes japoneses.
Erika Masayo, de ascendencia japonesa por padre y madre, siempre fue una apasionada por la exploración con los sabores. Cuenta que, de pequeña, le decían que tenía un paladar de adulto. Le gustaban las comidas picantes y prefería la comida salada en lugar de la dulce.
Esta historia, como muchas otras historias de buenos restaurantes, comienza en una cocina familiar. En su casa de Venezuela, donde creció, siempre la gastronomía japonesa fue predominante. Su madre, quien amaba cocinar, le trasmitió a Érika sus conocimientos culinarios desde que ella tenía ocho años.
Pero a sus 15 años tuvo que despedirse para siempre de su mamá, quien falleció sin cumplir su sueño de tener un pequeño restaurante. Luego, Erika viajó a Japón para atender por un tiempo a sus abuelos, fiel a la tradición. Allí aprendió otros secretos de cocina que su abuela también le transmitió.
Y aunque siempre amó la gastronomía, profesionalmente tuvo otra inclinación. «Trabajé en diferentes multinacionales como ingeniera electrónica, lo que me trajo a Colombia hace seis años. Disfrutaba mucho el área donde estaba , pero siempre tenía latente la idea del restaurante», relata.
Así que junto con su pareja, Maureen Vera, se embarcó en este proyecto gastronómico, unos meses antes de comenzar la pandemia de 2020. » En algún momento, la vida me dio una de esas señales que no se pueden pasar por alto. Entonces estoy acá cumpliendo el sueño de mi madre y el mío«.
El nombre para este restaurante no podía ser distinto que Shirai, el apellido de su mamá. La propuesta gastronómica no podía ser distinta que la comida favorita de su infancia, el ramen, un plato del que se enamoró en su primer viaje que hizo a Japón a sus 4 años.
El ramen más auténtico de la ciudad
Antes de abrir Shirai Rammen, Erika regresó al Japón para realizar un curso de cocina japonesa, refrescar su memoria y buscar inspiración para su nuevo comienzo.
«Tenía tiempo sin ir, y estuve visitando restaurantes muy tradicionales. Allá por lo general los restaurantes son pequeños, caseros, de unos seis puestos. La gente suele sentarse justo en frente de la cocina, que son abiertas por lo general. Ese fue el concepto que quise implementar en Shirai», comenta.
«El ramen es un plato reconfortante, un plato caliente que consigues en todas las estaciones y en todas partes alrededor de Japón. Si bien en Colombia el ramen más conocido es que trae caldo, fideos y toppings, en Japón hay recetas que identifican a cada región. Existen diferentes preparaciones de aceites, bases, caldos, pastas y las guarniciones», apunta.
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Sin embargo, el ramen es de origen chino, donde existe desde el siglo XVIII aproximadamente. A Japón llegó de la mano de migrantes chinos y solo hasta mediados del siglo se popularizó en este país, mientras intentaba recuperarse de la Segunda Guerra Mundial. Después comenzó a ganar auge, se hizo famoso, y hoy en día es un plato muy importante para los japoneses.
«La forma de prepararlo varía. Nosotras lo hacemos a la manera tradicional, en una olla normal. Lo removemos constantemente para que no se queme el fondo. Es un proceso que toma su tiempo, de unas cinco a seis horas. Tiene su técnica, pero vale la pena porque al final el resultado es un ramen 100% auténtico».
Un rincón japonés en Bogotá
Shirai Ramen cuenta con un menú corto pero muy sustancioso, en el que se destaca el Shio Ramen (caldo de pollo de cocción lenta, salsa a base de soya, fideos, salsa a base de sal, chashu de cerdo, cebollín, huevo marinado y espinaca); el Shoyu Ramen (caldo de pollo de cocción lenta, fideos, chashu de cerdo, cebollín, huevo marinado y espinaca); el Miso Ramen – ligeramente picante (caldo de pollo, fideos, salsa a base miso, pasta de ajonjolí, pollo karaage, cebolla, cebollín, maiz y espinaca); o el Veggie Ramen (caldo vegano, fideos, salsa a base de soya, pasta de ajonjolí, cebollín , maíz, carne de soya con hongos shitake y espinaca).
Además de entradas imperdibles como el pollo frito al estilo japonés y la giosha de cerdo molido con vegetal. Todo se puede acompañar con una cerveza japonesa.
Aquí se mantienen vivas las raíces culinarias, se honra a los ancestros, se alimenta el alma. Aquí, es posible conocer y compartir la auténtica cultura del otro lado del mundo.
Shirai Ramen es un pequeño restaurante sin pretensiones, donde lo que se destaca es la autenticidad de los sabores y la elaboración de cada uno de los ingredientes del ramen, desde el chashu de cerdo hasta el huevo marinado a la perfección.
Un verdadero rincón japonés en Bogotá, que reconforta con una experiencia única en la ciudad.
Dónde: Cra 13 #54-55 LC 7
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