Restaurantes tradicionales se han visto en la necesidad de cerrar sus locales ante el incremento de costos.
El ramen, un ícono de la gastronomía japonesa, enfrenta uno de sus mayores desafíos. En 2024, más de 70 locales especializados en este tradicional platillo se declararon en bancarrota, marcando un aumento del 30 % respecto al año anterior, según un informe de Teikoku Databank.
La crisis se dio por la combinación de factores como el aumento de los costos de producción y la resistencia del mercado a superar el llamado «muro de los 1.000 yenes», una barrera psicológica que limita el precio promedio de un plato de ramen.
En los últimos tres años, el incremento de los costos ha sido exponencial, sin embargo, elevar los precios por encima de los 1.000 yenes, equivalentes a aproximadamente 6.1 euros, sigue siendo un desafío para un plato percibido como una opción económica.
El impacto del alza de costos
El costo de los ingredientes, la mano de obra y la energía se ha disparado un 10 % en los últimos tres años, según el mismo informe. Esto ha llevado a que muchos propietarios se vean obligados a ajustar precios, aunque no sin dificultades.
El sector ha sido golpeado por múltiples factores, entre ellos la inflación, la devaluación del yen frente al dólar, y el encarecimiento de las importaciones y la energía, exacerbados por la guerra en Ucrania. Esta combinación de elementos ha creado una «tormenta perfecta» que amenaza la sostenibilidad de pequeños y medianos locales, que representan una parte importante del mercado.
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De los más de 21.000 restaurantes de ramen en Japón, aproximadamente el 30 % opera con problemas financieros, según estimaciones. En 2023, muchos locales ya enfrentaban dificultades para mantener sus puertas abiertas. Para 2024, 72 negocios no lograron sostenerse, acumulando pasivos superiores a los 10 millones de yenes, equivalentes a unos 61.300 euros.
A pesar de las dificultades, el ramen sigue siendo un pilar de la cocina japonesa y un atractivo para el turismo internacional. En ciudades como Tokio y Kioto, los restaurantes de ramen premium han logrado establecer precios que superan con creces la barrera de los 1.000 yenes, destacándose como experiencias gastronómicas exclusivas.
No obstante, los analistas advierten que el sector no debe bajar la guardia. Si bien el ramen continúa siendo una opción más económica que otros tipos de comida, como el sushi o el tonkatsu, la tendencia al aumento de quiebras podría persistir en 2025, especialmente entre los negocios más pequeños.
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