Una dieta que incluya una gran variedad diaria de frutas y verduras puede ayudar a los pacientes con cáncer a mantener un peso adecuado y reducir ciertos efectos secundarios del tratamiento para facilitar tu camino hacia la recuperación.
Incluir frutas y verduras al menos cinco veces al día, no solo fortalece el sistema inmune, sino que también ayuda a disminuir tanto como sea posible, la probabilidad de padecer cáncer de mama.
De acuerdo con Carmen Haro, nutricionista de Fresh Garden e integrante de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición, “la cantidad de alimentos que consumimos es tan importante como la variedad, ya que no existe una sola fruta o verdura que contenga todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para mantenerse saludable”.
También es común escuchar la relación de algunos alimentos y el cáncer. Al respecto, la experta advierte que la falta de algún grupo alimenticio como proteínas, carbohidratos, entre otros, puede tener efectos en la salud, pero no necesariamente estar relacionados con el cáncer. “Todo debe ser en una justa medida y si hay alguna condición, es mejor acudir con un nutricionista para crear el plan que se ajuste a sus necesidades”, explicó Haro.
En caso de estar recibiendo tratamiento de quimioterapia o recuperándose de cáncer, “es vital que el cuerpo tenga la capacidad de repararse a sí mismo y mantenerse lo más fuerte posible. Una alimentación completa y balanceada que sea rica en frutas y verduras puede ayudar a que los pacientes con cáncer mantengan un peso saludable, además gracias a los fitonutrientes que tienen cualidades preventivas de enfermedades se puede llegar a reducir ciertos efectos secundarios del tratamiento para facilitar su camino hacia la recuperación”, expresó la experta en nutrición.
Pero si ya fuiste diagnosticada con cáncer de mama – señala la nutricionista – es necesario considerar que consumir algunos alimentos puede resultar peligroso o interferir con el tratamiento y la recuperación.
“Existen recomendaciones generales como evitar consumir alimentos altamente refinados y procesados, fritos o que contengan muchos aceites hidrogenados, ya que pueden aumentar la inflamación, así mismo evitar consumir pescado ligeramente cocido o crudo, huevos poco cocidos y alcohol”, dijo Haro.
Frente al consumo de frutas y verduras, a muchas personas les cuesta consumirlas a diario, de ahí la necesidad de empezar por adoptar algunos hábitos como:
- Frutas y verduras al alcance de la vista
Coloca varias frutas y/o verduras enteras, lavadas y listas para comer en un tazón a la vista o que las puedas conservar adentro del refrigerador lavadas, picadas y listas para consumir en un tazón de vidrio.
Por ejemplo, pica zanahoria, lechuga, brócoli o cortar cubos de manzana, melón o sandía, así cuando abras el refrigerador en busca de un antojo será lo primero que verá para comer.
- Buscar recetas novedosas
Al momento de comprar frutas y verduras prefiere elegir alguna que nunca hayas probado, vale la pena intentarlo.
- Juega con los colores
Incluye variedad de colores en su alimentación no sólo te proporcionará una mayor variedad de nutrientes, sino que también hará a tus platillos más atractivos a la vista y con más sabor.
- Planea tus menús con anticipación
Asegúrate de incluir en tus preparaciones verduras y frutas: agrega verduras al arroz, pastas e incluso a los guisados.
- Comienza tus comidas principales con una ensalada
No sólo te ayudará a comer una mayor variedad de frutas y verduras, sino que también por su contenido de fibra te hará comer menos de otros alimentos con más calorías y a mantener un peso saludable.
- Incluye frutas en los postres
Las frutas siempre pueden ser la mejor alternativa como postre al final de sus comidas.