La aguapanela, por el lugar que se merece

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Por años la panela hizo parte esencial de la canasta familiar de los colombianos. Las ollas de las casas mantenían llenas de aguapanela. La aguapanela era infaltable para endulzar el café y el chocolate. La aguapanela con limón era la bebida fría por excelencia en las tardes de sol. El tetero de varias generaciones se hizo a base de aguapanela. 

Los tiempos modernos le abrieron paso a las gaseosas, a los refrescos instantáneos en polvo, a los jugos a base de fruta empacados en cajita. Y la considerada bebida nacional, la ancestral aguapanela, quedó relegada. Y dejó de ser la primera opción de las madres para la alimentación de sus hijos. Sucumbió ante la fuerza imbatible del marketing de las poderosas industrias.

Y como si no fuera suficiente, fue desprestigiada. La acusaron de ser causante de caries en los niños. De lombrices en adolescentes. De estrías en adultos. De múltiples problemas en diabéticos y gente fit

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Se convirtió en un estigma de pobreza, porque en estratos bajos y en el campesinado siguen consumiéndola, siguen recibiendo sus beneficios nutriticionales y naturales.

Siendo el segundo producto agrícola de Colombia y generando el sustento de un 12% de la población rural, está en serio riesgo. Su producción se quedó en lo artesanal. No se tecnificó lo suficiente. Solo un porcentaje muy mínimo, irrisorio, de la panela se está utilizando en procesos industriales para productos innovadores.

¿Utópico será entonces rescatar el orgullo por una bebida tan simple, pero tan nuestra? ¿Resultará una quimera tratar de masificar la aguapanela?, ¿ponerla de moda?, ¿servirla en los mejores restaurantes del país?

Para Carolina González Colmenares, una joven ingeniera industrial y gastrónoma, sí es posible.  Desde su emprendimiento, Bendita Panela, busca darle a la aguapanela el lugar que le corresponde.

Su propuesta es sencilla, pero necesaria: aguapanela de limón en botella de vidrio, sin conservantes. La aguapanela de toda la vida, pero con un look moderno.

Ella quiere construir una marca innovadora. Busca que la aguapanela mueva a la gente. Sueña con que hayan botellas de aguapanela en los mejores restaurantes del país, en las vending machine, en los hoteles, en los mercados gourmet.

El reto de romper el estigma

Aunque hace un par de años su primera salida al mercado fue un éxito, en un festival Estéreo Picnic, donde logró vender 1.000 botellas en dos días, no son pocos los clientes que resultan resilientes.  

“La estigmatización ha sido la barrera más difícil. Los consumidores me preguntan: ¿por qué pagar 5000 pesos por una botella de aguapanela en un restaurante,  si en la casa la puedo preparar? Sin embargo, suelen pagar esa misma cantidad por una botella de agua, sin quejarse. Hay un sesgo en los consumidores, la panela no es un producto de pobre, como se cree. Los colombianos tenemos que valorar lo nuestro”, comenta Carolina. 

Ella piensa que es momento de que, en lugar de asociar la aguapanela con historias de escasez o de pobreza, es hora de que empecemos a contar historias de orgullo, de éxito, de felicidad, de triunfo.  Que la panela signifique prosperidad.

“Con este producto, la gente no está pagando por un líquido, paga por la conveniencia: la panela contiene los micronutrientes, las vitaminas y los minerales de la caña. Es más natural, ha pasado por menos procesos de refinamiento que el azúcar. Tiene mucho calcio y otros minerales, lo que la convierte en una bebida isotónica, que equilibra tu cuerpo”, manifiesta.  

Cada día, esta emprendedora enfoca sus energías en hacer lo que esté a su alcance para que la aguapanela se gane el corazón de la gente, para vencer el automático de los consumidores, para que esta ancestral bebida natural sea preferida frente a un vaso de gaseosa. 

Despegando

Durante estos años llenos de aprendizaje, Carolina ha logrado codificar a Bendita Panela en unos 70 restaurantes de todo el país. Marcas como BBC,  Al Toque, Boho, Gastronomy Market, y otros establecimientos gastronómicos, ya cuentan con el producto. 

Ahora busca que una gran cantidad de restaurantes de Colombia tengan una neverita de aguapanela. En los próximos dos años se enfocará en crecer el mercado de Bogotá y Medellín, y  en unos cinco años espera cubrir el mercado nacional con su Bendita Panela, «bendita para el alma, la gripa, el cansancio, y hasta los corazones rotos», según afirma. 

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