Michael Blanco: convirtió los perros calientes en una experiencia artesanal

Lo más Leído

En su restaurante El Cebollero, Michael Blanco apuesta por ingredientes locales y técnicas artesanales para redefinir la comida rápida.

Michael Blanco es un emprendedor gastronómico por pasión. Pero su historia empresarial no comenzó en los restaurantes, sino en las agencias de publicidad, donde trabajó por cinco años antes de dar el salto al mundo gastronómico. Fue en medio de unas reuniones informales con amigos, acompañadas de cerveza y lluvia de ideas, donde nació la semilla de lo que sería su restaurante: El Cebollero.

El camino no fue fácil. Junto a su entonces socio, Andrés Nieto, se enfrentaron al desafío de emprender en un momento en el que la comida rápida, mucho menos los perros calientes, no contaba con una identidad clara en Colombia. Inspirados por el concepto de lo artesanal y lo local, desarrollaron una marca con valores sólidos, apostando por ingredientes frescos y procesos cuidadosos. Fue entonces cuando la asesoría de Tomás Rueda, reconocido chef colombiano, aterrizó la propuesta gastronómica de El Cebollero: perros de autor artesanales, con producto local.

“Nosotros, por ejemplo, usábamos la arracacha encima de la salchicha, a modo de chip cabello de ángel. Tomás nos dijo: oiga, no haga eso, mándelos como bastidores”, comenta Blanco. Así nació uno de los sellos del restaurante: los acompañamientos de arracachas “a la francesa”, en lugar de papas.

Desde su inicio, El Cebollero apostó por un modelo de negocio basado en la relación con pequeños productores. Michael y su equipo trabajan de la mano con proveedores locales, garantizando la trazabilidad de sus ingredientes y evitando el uso de conservantes. “Nuestro compromiso siempre ha sido con la honestidad en la cocina. Todo lo que hacemos es artesanal y buscamos que la calidad del producto hable por sí misma”, comenta Blanco.

Lea también: Mario Díaz Granados: salvó a Su Majestá el Cayeye de la quiebra y tiene grandes planes para la marca

El crecimiento del restaurante se dio en un momento clave, cuando las redes sociales comenzaban a jugar un papel determinante en la gastronomía. Sin grandes presupuestos de publicidad, Michael ideó una estrategia de marketing basada en Twitter, invitando a críticos y figuras gastronómicas a probar su comida. Uno por uno, contactó con los influenciadores de la época. Con perserverancia, en pocos meses, El Cebollero pasó de vender diez platos al día a figurar en páginas enteras de medios de comunicación nacionales, lo que repercutió en el despegue del negocio.

El camino, sin embargo, no ha estado exento de obstáculos. “Hubo momentos donde nos dejamos deslumbrar por la fama y tomamos decisiones apresuradas”, confiesa Michael. Años después, llegó la expansión del negocio, que trajo consigo dificultades en la gestión de costos y logística, lo que los llevó a cerrar su segunda sede. Luego vino la pandemia, una prueba de fuego para la industria restaurantera. “En esa época fui mesero, cocinero, domiciliario. Hice de todo para mantener el negocio a flote”, recuerda.

A pesar de las dificultades, el emprendimiento no se detuvo. La participación en eventos como el Burger Master le permitió expandir su carta más allá de los perros calientes y llegar a un público más amplio, al incursional con hamburguesas artesanales. Paralelamente, Michael decidió asumir un nuevo reto: abrir Hermanos Blanco, una taquería con un enfoque distintivo. “En Bogotá hay grandes propuestas de tacos, así que quería un diferencial. Optamos por una técnica de cocción a la leña, respetando los sabores originales”, explica.

El esfuerzo ha dado frutos. En poco tiempo, Hermanos Blanco ha sido reconocido entre las mejores taquerías de la ciudad. “Aparecimos orgánicamente en un artículo de El Tiempo sin haber hecho ninguna estrategia de medios. Eso me confirmó que lo que estamos haciendo tiene valor”, dice con orgullo.

Hoy, Michael visualiza el crecimiento de sus negocios con una filosofía clara: calidad antes que cantidad. “No veo mis marcas en centros comerciales, no es mi estilo. Prefiero enfocarme en proyectos bien construidos, con identidad y sostenibilidad”, afirma. Su enfoque se mantiene fiel a su esencia: construir espacios donde la gastronomía sea una experiencia, y no solo un producto.

Insights con Michael Blanco

P: ¿Cómo describirías la identidad de El Cebollero?
R: Es una cocina honesta, basada en producto local, hecha con técnicas tradicionales y mucho respeto por los ingredientes.

P: ¿Cuál ha sido el mayor desafío en estos 12 años?
R: Adaptarme a los cambios del mercado sin perder la esencia. La pandemia fue una de las pruebas más duras, pero también nos enseñó a ser resilientes.

P: ¿Cuál es el futuro de El Cebollero y Hermanos Blanco?
R: No busco crecer de manera descontrolada. Me interesa consolidar lo que hemos logrado y seguir creando experiencias gastronómicas con significado. Tal vez cuatro sedes en los puntos cardinales de Bogotá, pero sin perder el contacto directo con lo que hacemos.

P: ¿Un consejo para quienes quieren emprender en gastronomía?
R: Que tengan claro su propósito. No se trata solo de cocinar bien, sino de construir un concepto con identidad y coherencia.

Con una visión que equilibra la pasión con la estrategia, Michael Blanco ha demostrado que en la gastronomía, la auténtica clave del éxito no está en seguir tendencias, sino en crear algo con sentido y raíces. Su historia, marcada por el aprendizaje y la evolución, es testimonio de que el buen sabor trasciende cuando hay una idea clara y un respeto genuino por el producto y la cultura que lo rodea

Tal vez le interese

Doslugares: un concepto que une las dos mejores gastronomías de Latinoamérica

Basilic estrena menú fusionando sabores colombianos con la alta cocina francesa

Lo último

Restaurante bogotano causó polémica con su paella; españoles siguen indignados

El restaurante El Quijote, ubicado en Bogotá, ha sido el centro de atención en los últimos días tras mostrar...

Más información

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad