Mario Puchulú, enólogo y promotor de la cultura del vino en Colombia, murió el martes 19 de marzo después de una larga batalla contra el cáncer.
Nacido en Rivadavia (Mendoza, Argentina), fue conocido en nuestro país por ser uno de los impulsores Expovinos.
Sus amigos lo definen como un maestro, un gran conocedor, pero sobre todo un amante del buen beber y el buen vivir.
Don Mario, como le decían, inició su trabajo en Colombia como director de producción en Provica, y luego fue asesor en Dislicores. Más adelante, se vinculó al Grupo Éxito, para ser parte de la organización de Expovinos, desde donde nunca dejó de difundir y enseñar sobre la cultura del vino a los colombianos.
En una entrevista realizada anteriormente para este medio, Puchulú comentaba que “lo que hace despertar amor por esta disciplina ancestral son sus raíces profundas en el trabajo sufrido del viticultor en el campo, trabajo que llega a la copa para disfrute de todos en la mesa de cada día”.
Su relación con el vino no nació al momento de pensar a qué dedicarse el resto de su vida. Esta pasión, como él comentaba, la vivió desde siempre, desde esos primeros años de infancia donde pasaba sus días en un viñedo de 250 hectáreas en su natal Argentina.
“La herencia de mi familia tanto de mi padre, de origen vasco francés, viticultor y mi primer maestro, como la de mi madre, de origen italiano, del Piamonte, ha sido el primer motor de mi dedicación al mundo del vino”, comentaba Mario.
Mundo que le permitió conocer Colombia el 12 de febrero de 1989 (como claramente recuerda), país donde decidió quedarse, pues además de enamorarse de esta tierra también lo hizo de una paisa, con quien tuvo dos hijas.
“Llegué a cumplir con la dirección técnica de una empresa de origen colombo – argentino. Eran años de difícil tarea porque el vino no era de interés para el consumidor colombiano, pero justamente ese era el desafío”.
Todos sus esfuerzos dieron sus frutos. “Raro, por no decir imposible, era ver una botella de vino en un carrito en un supermercado hace 20 años, hoy es el regalo elegido”.
Además de Enología, Mario Puchulú estudió Bioquímica, pero si hubiera tenido la oportunidad de dedicarse a otra profesión le habría gustado ser Chef. “La cocina siempre estuvo muy cerca de mí desde pequeño, cocino en mi casa pero no soy profesional de esta maravillosa disciplina”.
Inclinación que fue totalmente afín a su amor por los vinos. En especial blancos frescos y con buena acidez como un Sauvignon Blanc, un Pinot Grigio o un Albariño, que era su elección frecuente.
El decía que lo más importante para aprender sobre vino es tener ganas. «Se aprende con dedicación, con búsqueda de información acertada en fuentes confiables. Hoy, como el vino está de moda, todo el mundo opina y escribe. Y lógicamente, de vinos se aprende bebiendo vino…»
Paz en su tumba.