Felipe Cuadros, managing director en Backö, fue uno de los consultores gastronómicos invitados a la feria Alimentec 2024, un espacio donde compartió su experiencia respecto al futuro de los restaurantes y cómo garantizar que puedan llegar a ser exitosos.
Felipe, ¿podrías contarnos sobre la importancia de hacer bien la tarea desde el comienzo cuando de montaje de restaurantes se trata?
Claro, montar un restaurante es un proceso complejo que requiere mucha disciplina y determinación. Es crucial prestar atención a todos los detalles desde el principio para cimentar el éxito del negocio. Lamentablemente, muchos emprendedores no se enfocan lo suficiente en el montaje, omiten detalles indispensables y pierden la paciencia o se frustran cuando surgen imprevistos que requieren ajustes en el plan original. Cada proyecto tiene sus particularidades y, en los montajes, todo puede ocurrir.
¿Cómo se identifica una oportunidad en la industria gastronómica?
Identificar una oportunidad requiere conocer bien la industria en la que se quiere emprender. Realizamos una exploración exhaustiva, tanto virtualmente como en el terreno. Recorrimos las zonas gastronómicas de la ciudad, visitamos competidores con modelos similares y registramos todas las ideas que queríamos desarrollar. Este trabajo de campo nos permitió entender mejor el mercado y las oportunidades que ofrecía.
¿Qué preguntas consideras cruciales resolver antes de comenzar un proyecto como este?
Antes de iniciar, es fundamental que el propietario conozca realmente el negocio en el que quiere emprender. Si no es así, debe asesorarse adecuadamente. Además, debe estar dispuesto a enamorarse del negocio, ya que una vez se entra, nunca se sale. Por último, debe preguntarse si su idea es solo un negocio o si hay pasión detrás. Sin pasión, el trabajo en un restaurante puede volverse esclavizante. Es clave trabajar con personas abiertas a la asesoría y con ansias de aprender.
Mencionas que vale la pena correr riesgos, pero con fundamento y metodología. ¿Podrías elaborarlo?
En un proyecto de esta naturaleza, es esencial correr riesgos calculados. La idea es seguir una metodología que minimice los riesgos y nos mantenga en el camino correcto. Las decisiones iniciales y la conceptualización son complejas. A medida que el proyecto avanza, es fundamental ser cauteloso y adaptable, replanteando el concepto cuando sea necesario para alcanzar el éxito deseado.
El paso de la idea al concepto parece ser crucial. ¿Qué puedes decirnos sobre esto?
El desarrollo de un concepto de negocio es fundamental. Muchas veces, los emprendedores tienen una idea, pero no un concepto claro. Del concepto de negocio se desprende toda la esencia del proyecto. Si no hay claridad en el concepto, cualquier cosa podría servir, lo que no es lo ideal. Es importante desarrollar un concepto coherente que guíe todas las decisiones, desde el diseño hasta el menú.
Finalmente, hablas de pensar en grande. ¿Cómo aplicas esto en tus proyectos?
Siempre buscamos potencializar la idea concebida por los emprendedores al 100%, para convertirla en un concepto ganador. Nuestro enfoque es desarrollar modelos con proyección de expansión, transformando lo romántico en un negocio sólido. Trabajamos en conjunto con los emprendedores para crear un modelo con potencial de crecimiento y éxito a largo plazo.
