La capital colombiana enfrenta una creciente amenaza de robos a restaurantes en diferentes zonas de la ciudad, generando inquietud entre comensales y propietarios.
En lo que va de año, varios atracos a mano armada han sacudido lugares emblemáticos como Starbucks en la calle 116, el reconocido restaurante Masa y Abasto, la hamburguesería Pecado Capital y más recientemente dos presuentos ladrones murieron mientras intentaban asaltar a un restaurante en el barrio Santander, localidad Antonio Nariño.
El modus operandi, consistente en la irrupción nocturna de dos o tres hombres armados que someten tanto al personal como a los clientes para robar sus pertenencias, incluyendo celulares, dinero y joyas, ha creado un clima de preocupación en la comunidad gastronómica de la ciudad.
Revista Buen Gusto consultó la opinión de Henry Rodríguez, consultor y analista de Seguridad Pública y Privada, sobre las medidas que pueden adoptar los establecimientos para salvaguardar la integridad de clientes y empleados.
El experto recomienda aboradar el tema internamente con reuniones, garantizando la confidencialidad de los temas discutidos y asegurando que ningún cliente perciba problemas en la zona.
Además, establecer estrictos procedimientos, haciendo hincapié en que nadie debe resistirse o luchar contra los perpetradores.
Destaca que la colaboración con las autoridades locales debe ser crucial, buscando la participación en programas de seguridad comunitaria y empresarial, y fomentando el uso de tecnologías emergentes, como sistemas de reconocimiento facial y análisis de video en tiempo real.
Otras medidas preventivas tienen que ver con la verificación de los antecedentes de los empleados, desarrollar planes de emergencia y establecer protocolos de colaboración activa con la policía en caso de detectar situaciones sospechosas.
¿Cuáles son las recomendaciones más importantes que usted daría?
«En primer lugar, es fundamental realizar una evaluación periódica de riesgos para identificar las vulnerabilidades específicas del negocio y del entorno en el que se encuentra. Esto incluye revisar la ubicación, el tipo de clientes, los horarios de mayor riesgo y los incidentes previos».
¿Y qué hay de los sistemas de seguridad física?
«Invertir en sistemas de seguridad como cámaras de vigilancia, alarmas, iluminación adecuada y cerraduras de alta seguridad es fundamental. Es crucial mantener estos sistemas en óptimo estado y con revisiones periódicas».
Además de la tecnología, ¿qué otras medidas son importantes?
«La capacitación del personal es clave. Deben estar entrenados en protocolos de seguridad, reacción en situaciones de riesgo y la importancia de mantener una actitud vigilante.
También es importante implementar controles de acceso y colaborar con las autoridades locales».
¿Qué hay que hacer en caso de un asalto a mano armada?
«Lo más importante es mantener la calma y no intentar ser un héroe. En esos casos, es preferible cumplir con las demandas del agresor sin resistencia y observar discretamente sus características para poder dar información a la policía.
En caso de emergencia, es crucial llamar de inmediato a la Policía. Si hay heridos a causa de alguna acción violenta, priorice solicitar asistencia médica, y los profesionales determinarán la necesidad de traslado a urgencias. En todo caso, es aconsejable conservar todas las pruebas médicas realizadas para posibles reclamaciones futuras.
Los trabajadores deben evitar tocar cualquier elemento en el local y aguardar a que la Policía realice su investigación. Tras hablar con los clientes y brindar la atención correspondiente, les recomiendo que contacten a su aseguradora para informar sobre la situación y gestionar los posibles daños».
¿Qué errores hay que evitar en estas situaciones?
Aunque puede ser instintivo querer ayudar o detener el asalto, intervenir puede aumentar el peligro.
Al igual que el personal, los clientes deben evitar cualquier movimiento rápido que pueda ser interpretado como una amenaza.
Enfrentarse o desobedecer al agresor puede aumentar la tensión y el riesgo de violencia.
Por su parte, tratar de grabar o llamar a la policía en presencia del agresor puede ser peligroso. Es mejor esperar hasta que sea seguro hacerlo.
Oto error es tratar de ocultar objetos de valor durante el asalto, pues esto puede llamar la atención del agresor y aumentar el riesgo de confrontación.
Finalmente, no es recomendable propagar el pánico. Es preferible mantener la calma y no empezar a gritar ni correr, para que no aumente el caos y la confusión.