El mercado global del cacao atraviesa una de sus peores crisis en décadas, con precios que han alcanzado niveles históricos y una oferta que no logra satisfacer la demanda.
Este escenario, impulsado por factores climáticos, enfermedades en los cultivos y desafíos estructurales, ha tenido un impacto significativo en países productores como Colombia, donde el cacao es un producto clave tanto para el consumo interno como para la exportación.
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Además, la industria chocolatera enfrenta presiones adicionales debido a los altos costos de la materia prima y a políticas impositivas que podrían afectar aún más al sector.
El impacto en Colombia: precios al alza y desafíos para la industria
En Colombia, el aumento de los precios del cacao ha tenido un efecto directo en el costo de los productos derivados, como el chocolate de mesa y las chocolatinas. Según datos del Departamento Administrativo de Estadística (DANE), los precios del chocolate y sus derivados cerraron 2024 con un incremento del 61,58%, mientras que las chocolatinas y dulces subieron un 49,26%. Este encarecimiento ha obligado a los fabricantes a buscar soluciones creativas para mantener la competitividad.
De acuerdo con representante de la industria chocolatera colombiana, el precio del cacao ha aumentado alrededor de un 350%, lo que ha encarecido significativamente productos como el chocolate de mesa, que tiene un alto contenido de cacao.
Y es que Colombia tiene un desafío muy grande, ya que consumimos mucho chocolate de mesa, que ahora es mucho más costoso para el consumidor. Ante esta situación, algunas empresas han optado por reducir el tamaño de sus productos o reformular sus recetas, incorporando más azúcar o leche en polvo para compensar los costos.
Sin embargo, estas medidas entran en conflicto con la tendencia global de promover productos con alto contenido de cacao, reconocidos por sus beneficios para la salud.
El cambio climático y las enfermedades: un desafío global
La crisis del cacao se ha intensificado debido al cambio climático, que ha afectado gravemente a los principales países productores, especialmente en África Occidental.
En 2024, considerado el año más caluroso jamás registrado, los rendimientos de los cultivos en países como Costa de Marfil y Ghana se vieron mermados por la sequía, las altas temperaturas y enfermedades como el virus de la “vaina negra” y los “brotes hinchados de cacao”.
Estas condiciones han reducido la disponibilidad global de cacao, lo que ha llevado a un déficit de producción de 374.000 toneladas para la temporada 2023/2024, según la Organización Internacional del Cacao (ICCO).
Fedecacao ha manifestado en los medios que el clima y las enfermedades en África Occidental han sido los principales factores detrás del aumento de los precios. En 2024, el clima afectó gravemente los cultivos en África, pero lo más grave fueron las enfermedades que afectaron a Ghana y Costa de Marfil. Esto redujo la producción y llevó a que los precios se dispararan a niveles nunca antes vistos.
Mientras que en 2022 el precio promedio de la tonelada de cacao era de $9.182, en 2023 aumentó a $12.536, y a principios de 2024 alcanzó los $34.000.
Colombia: oportunidades y desafíos en la producción de cacao
A pesar de los desafíos globales, Colombia ha logrado aumentar su producción de cacao. En 2023, el país produjo 59.000 toneladas, y se espera que en 2024 la cifra alcance las 73.000 toneladas. Sin embargo, Baquero advirtió que parte de esta producción se ha perdido debido al contrabando hacia Ecuador, estimando que alrededor de 6.000 toneladas de cacao colombiano fueron enviadas ilegalmente al país vecino.
Colombia, que ocupa el décimo lugar en la producción mundial de cacao y el quinto en América Latina, tiene un potencial significativo para expandir su cultivo. Según Baquero, el país cuenta con más de 4 millones de hectáreas aptas para el cultivo de cacao, lo que representa una oportunidad para aumentar la producción y mejorar la productividad. Sin embargo, el cacao es un cultivo de tardío rendimiento, que tarda entre dos y cinco años en alcanzar su máxima productividad, lo que requiere una visión a largo plazo por parte de los agricultores.
Impuestos saludables: un golpe adicional para la industria
Además de los altos precios del cacao, la industria chocolatera colombiana enfrenta un desafío adicional con la implementación de los impuestos saludables, que entraron en vigencia en noviembre de 2023 y comenzaron a aplicarse en 2025 con un incremento del 20%. Según la Cámara de la Industria de Alimentos de la Andi, este impuesto, sumado al aumento en el costo de la materia prima, podría intensificar el impacto sobre los precios al consumidor, afectando el consumo y la demanda de productos derivados del cacao.
Villegas señaló que los chocolateros colombianos ya están sintiendo los efectos de esta medida. “Estamos promoviendo el cacao como un sustituto de los cultivos ilícitos, pero la reglamentación de los alimentos saludables ha penalizado al chocolate. Hoy, una persona que compra una barra de chocolate paga un 19% de IVA más un 20% de impuesto saludable, lo que suma un 39% de impuestos. Esto hace que el panorama sea muy complejo”, afirmó.
Repercusiones en el sector Horeca
La crisis del cacao tendría un impacto significativo en el sector HORECA (hoteles, restaurantes, cafeterías) y en negocios especializados como reposterías y heladerías.
Estos establecimientos, que dependen en gran medida del cacao y sus derivados para la elaboración de postres, bebidas y otros productos, enfrentan un aumento considerable en sus costos operativos.
Muchos han tenido que ajustar sus menús, reducir porciones o incrementar los precios para compensar el alza en el costo de la materia prima.
Además, la tendencia hacia productos de alta calidad y con mayor contenido de cacao, impulsada por consumidores más conscientes, ha generado un dilema para los negocios, que deben equilibrar la calidad con la rentabilidad en un contexto de precios elevados.
Ante esta situación, algunos restaurantes, reposterías y heladerías han optado por innovar, incorporando ingredientes alternativos o reduciendo el uso de cacao en sus recetas.
Sin embargo, esta estrategia no siempre es bien recibida por los consumidores, especialmente aquellos que buscan experiencias gourmet o productos premium. Por otro lado, algunos establecimientos han decidido destacar la calidad del cacao colombiano como un valor agregado, promoviendo su origen y sostenibilidad como parte de su propuesta de valor.
A pesar de los desafíos, la crisis también ha abierto oportunidades para que el sector HORECA colombiano se posicione como un referente en el uso de cacao fino y de aroma, atrayendo a turistas y consumidores locales interesados en productos auténticos y de alta calidad. No obstante, para lograrlo, es crucial que el sector reciba apoyo en términos de políticas públicas y acceso a materias primas a precios competitivos.
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