Colombia se ha convertido en uno de sus mercados más estratégicos y de rápido crecimiento en la región para La Celia, una bodega premiada del Valle de Uco en Argentina.
Con más de 12 años de presencia a través de su distribuidor Dislicores, La Celia ha logrado consolidarse en el competitivo segmento de vinos de alta gama.
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La marca, que inicialmente era conocida por su Malbec, ha diversificado su portafolio para ofrecer una gama de productos que atraen a distintos tipos de consumidores, desde los amantes de los asados argentinos hasta los comensales que prefieren fusiones gastronómicas.
El éxito de La Celia en Colombia está impulsado por su versatilidad en el canal gastronómico. En restaurantes y gastrobares, su Malbec ha destacado, pero otros vinos como el Cabernet Franc y sus líneas de reserva también han ganado popularidad.
Para profundizar en el éxito de La Celia en Colombia y su estrategia en el sector de la gastronomía, entrevistamos a Pablo Candia, Country Manager de La Celia para Sudamérica.
En esta conversación, Candia comparte cómo ha sido la evolución de la marca en el país, las tendencias del consumo de vino en el sector gastronómico, y los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria en el contexto actual.
Pablo, La Celia ha estado presente en Colombia por más de 12 años. ¿Cómo ha sido la evolución de la marca en este tiempo?
«Ha sido un proceso muy interesante. Cuando comenzamos en Colombia, nos enfocamos principalmente en nuestra gama más alta, con vinos Gran Reserva, como «La Celia Pioneer». Sin embargo, hace aproximadamente cinco años decidimos lanzar nuestra línea de reserva, que es más accesible en términos de precio, pero mantiene la calidad que nos caracteriza.
Este movimiento nos permitió aumentar significativamente nuestra participación de mercado y cobertura. Hoy en día, Colombia es uno de los mercados más importantes para La Celia en Sudamérica, y hemos triplicado nuestras ventas en los últimos tres años, lo cual ha sido fundamental para nuestro crecimiento en la región.
Nos comentabas que el canal gastronómico es clave para ustedes en Colombia. ¿Cómo ha sido el desempeño de La Celia en los restaurantes y establecimientos de comida?
«Sí, el canal gastronómico es muy relevante para nosotros en Colombia. Lo interesante es que aquí tenemos una proporción de ventas bastante equilibrada entre los restaurantes y los canales modernos, como supermercados y licorerías, lo cual no sucede en todos los mercados. En los restaurantes, nuestro Malbec sigue siendo el vino más vendido, pero hemos notado que otras variedades como el Cabernet Franc y los blends están ganando popularidad. Además, nuestra estrategia ha sido muy bien recibida en establecimientos peruanos y de cocina fusión, donde se buscan vinos que puedan acompañar una diversidad de platos».
¿Qué características han hecho que La Celia tenga tanto éxito en el mercado colombiano?
La versatilidad de nuestro portafolio ha sido clave. Colombia es un país que está ampliando su cultura del vino, y los consumidores están cada vez más abiertos a explorar nuevas cepas y estilos.
Nosotros ofrecemos vinos que pueden acompañar desde un asado argentino hasta sushi o comida peruana. Además, hemos trabajado mucho en mantener una relación precio-calidad adecuada, lo que nos permite ofrecer vinos de alta gama a precios competitivos. Esto es particularmente importante en el contexto actual, donde tanto los restaurantes como los consumidores buscan opciones que no sean excesivamente costosas.
¿Cómo influye la sostenibilidad en la elaboración de sus vinos?
«La sostenibilidad es uno de nuestros pilares fundamentales. En La Celia, hemos implementado varias prácticas eco-amigables, desde la reducción de herbicidas en nuestros viñedos hasta el uso de botellas más ligeras para reducir nuestra huella ambiental.
El tema va más allá y responde a una tendencia creciente entre los consumidores que valoran marcas responsables. Además, creemos que la sostenibilidad va de la mano con la calidad. Mantener un proceso de vinificación tradicional, pero con prácticas sostenibles, nos permite ofrecer un producto de alta calidad que también es respetuoso con el medio ambiente».
¿Qué recomendaciones harías a los restaurantes para optimizar su carta de vinos?
Uno de los errores más comunes que hemos observado es que algunos restaurantes marcan los precios de los vinos con márgenes demasiado altos, a veces triplicando o cuadruplicando el precio retail. Esto desalienta el consumo de vino en estos establecimientos. La recomendación sería mantener un margen más equilibrado, entre 1.5 y 2 veces el precio de retail, lo que permite que más consumidores se sientan cómodos pidiendo vino en sus comidas.
También es importante tener una carta de vinos bien curada. No se trata de tener 150 opciones, sino de ofrecer una selección acotada, pero variada, que esté en línea con el tipo de comida que ofrece el restaurante.
¿Cuáles son las principales tendencias en el consumo de vino en Colombia?
En los últimos años, hemos visto un crecimiento en el consumo de vino en Colombia. Hace unos años, el consumo per cápita era de medio litro al año; hoy estamos cerca de un litro, lo cual indica una tendencia positiva.
Las ciudades como Bogotá y Medellín siguen siendo los mercados más fuertes, pero ciudades como Barranquilla y Cartagena están creciendo de manera impresionante.
También hemos notado un mayor interés por los vinos de alta gama y productos más exclusivos, lo cual nos ha llevado a introducir nuevas variedades, como nuestro Malbec-Cabernet Franc, que ha sido muy bien recibido.
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