Un juzgado en Alicante ordenó a Frisby España suspender su marca mientras avanza el litigio con Frisby Colombia por presunta infracción.
Frisby España deberá suspender temporalmente el uso de su marca tras una orden emitida por el Juzgado Mercantil de Alicante, en el marco del litigio que sostiene con Frisby Colombia por presunta infracción de propiedad intelectual. La decisión, notificada en noviembre, obliga a la compañía europea a bajar sus publicaciones digitales y deshabilitar su página web mientras avanza el proceso administrativo y judicial.
La medida cautelar responde al riesgo de un daño irreparable para la empresa colombiana si Frisby España continuaba usando la marca. En consecuencia, la filial europea anunció que aplazará el lanzamiento de su oferta comercial para el 1 de marzo de 2026, un retraso que altera su estrategia de entrada al mercado y obliga a revisar su plan de inversión.
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El conflicto entre ambas compañías se desarrolla ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) y la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO). Frisby Colombia acusa a la firma española de usar de manera indebida su identidad gráfica y su reconocida mascota. Además, solicita que se reconozca su derecho prioritario sobre la marca o que se prohíba su uso en territorio europeo.
Aunque las partes intentaron llegar a un acuerdo previo, las negociaciones fracasaron y Frisby Colombia formalizó una demanda por infracción de derechos de propiedad intelectual y actos de competencia desleal contra Frisby España S. L. y el empresario Charles Dupont. Con ello, el pleito escaló a una fase judicial que ahora incorpora medidas cautelares con efecto inmediato.
Un litigio que escala en Europa
Frisby España reaccionó asegurando que la decisión judicial les tomó por sorpresa y que su defensa se basa en un marco normativo europeo y español que —según afirman— respalda su posición. La empresa agregó que presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial en las próximas semanas, con el fin de revertir la orden de suspensión.
Además, la compañía europea anunció que interpondrá una demanda reconvencional para defender sus derechos y buscar reparación por los supuestos perjuicios derivados de las acciones de Frisby S. A. BIC. La firma sostiene que existen cuatro procedimientos activos en su contra y afirma que, “salvo un milagro jurídico”, la empresa colombiana no tendría posibilidades reales de recuperar la exclusividad de la marca en la Unión Europea.
Para Frisby Colombia, la disputa se produce en un momento clave de su expansión. La compañía se acerca a sus 50 años de operación y mantiene un plan de crecimiento con nuevas aperturas, renovaciones y una inversión proyectada de 98.000 millones de pesos en 2025. El conflicto internacional, sin embargo, introduce un frente adicional en su estrategia corporativa.
La batalla legal continuará su curso en instancias administrativas y judiciales mientras las dos empresas buscan asegurar el control de la marca en uno de los mercados más importantes del mundo. El resultado no solo definirá quién podrá operar bajo el nombre Frisby en Europa, sino que también sentará un precedente relevante para las disputas de propiedad intelectual entre compañías latinoamericanas y europeas.
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