El brindis es ese momento especial en las celebraciones cuando los invitados entrechocan sus copas para manifestar sus buenos deseos o felicitar a alguien en particular, pero ¿cómo surgió esta tradición? Al respecto, hay varias teorías. Tal vez una de las más conocidas y avaladas por la historia es la que se refiere al choque de las copas entre los monarcas y nobles de la Edad Media, con el fin de salpicar y mezclar las bebidas para verificar que ninguna contuviera veneno.
Pero hay hallazgos más antiguos. Según algunos historiadores la tradición se remonta al siglo IV A.C. en Grecia, donde los ciudadanos acostumbraban hacer fiestas de varios días, y al comienzo de cada festín el anfitrión levantaba su copa llena de vino y bebía un poco para demostrarles a sus invitados que el vino no estaba envenenado. En esos tiempos era muy común eliminar a loss rivales políticos poniendo veneno en el vino.
Otra versión asegura que su origen es romano. Como también eran habituales los grandes banquetes y las fiestas sin fin, los invitados levantaban las copas vacías y las hacían chocar entre sí, no para desear felicidad sino para llamar la atención de los sirvientes indicando que les sirvieran más vino. Otros dicen que surgió de la idea de que el vino se debe disfrutar con todos los sentidos, y la manera de incluir el oído era através del sonido de las copas chocando.
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Un relato más tardío, que se remonta al siglo XVI, señala que en esa época durante el saqueo de Roma por las tropas españolas y alemanas, el 6 de mayo de 1527, la victoria fue precedida del brindis. Tras el éxito de la incursión militar, los altos mandos del ejército alemán alzaron sus copas llenas de vino y dijeron: Bring Dir’s lo que significa «yo te ofrezco», hecho que dio lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algún acontecimiento importante.
De acuerdo con la publicación International Handbook on Alcohol and Culture, el brindis “es una práctica social que probablemente se remonta a las antiguas libaciones, sacrificios en los que se ofrecía un líquido sagrado a los dioses […] a cambio de un deseo, elevando una súplica que se resume en las palabras «¡que sea por muchos años!» o «¡a tu salud!».
Sea cual sea su origen, este acto de celebración se constituyó en un símbolo de confianza para demostrar que el destino sería compartido al momento de beber. Una tradición que llegó hasta nuestros días, y en esencia conserva el propósito de ofrecer la copa y desear felicidad a otros, y buen futuro en la vida.
Referencias tomadas de: Recetario de Ayer y Hoy