Lisboa ha sido reconocida como el mejor destino culinario urbano de Europa en los World Culinary Awards 2024, superando a ciudades icónicas.
Lisboa se alza como la mejor ciudad europea para disfrutar de una escapada gastronómica, superando a metrópolis como Londres, París y Barcelona.
Este reconocimiento se produjo en la reciente gala de los World Culinary Awards, celebrada en Dubái, donde se premió a lo mejor de la industria culinaria a nivel global.
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Lisboa ha sido nombrada el mejor destino culinario urbano de Europa en los World Culinary Awards 2024, una decisión que reafirma el estatus de la capital portuguesa como un referente en la escena gastronómica mundial.
Este evento, que se celebra anualmente y que tiene como objetivo distinguir la excelencia en el sector de la gastronomía, destacó a Lisboa por encima de otras ciudades icónicas como Londres, París, Barcelona, Copenhague y Florencia.
Este galardón es el resultado de una votación pública en la que expertos culinarios, profesionales de la industria y entusiastas de la gastronomía emitieron su voto, y reconocieron la diversidad y calidad de la oferta gastronómica lisboeta.
La ceremonia en Dubái fue un hito importante, no solo para Lisboa, sino también para el sector gastronómico portugués en su conjunto. Oporto, la segunda ciudad más grande de Portugal, recibió el premio a la Mejor Ciudad Destino Culinario Emergente, consolidando aún más la reputación de Portugal como un destino en auge en el ámbito gastronómico.
Estos reconocimientos son un reflejo de la rica tradición culinaria del país, que combina la herencia histórica con la innovación contemporánea, creando un atractivo irresistible para turistas y gourmets.
Una gastronomía rica en tradición y sabor
La gastronomía de Lisboa es un viaje a través de la historia y la cultura de Portugal.
Uno de los ingredientes más emblemáticos es el bacalao, que ha sido parte integral de la dieta portuguesa desde el siglo XIV, cuando comenzó a ser pescado en aguas danesas.
La versatilidad del bacalao se traduce en una variedad de preparaciones, siendo el bacalao a brás uno de los platos más representativos, que combina el pescado desmenuzado con patatas y huevos, ofreciendo una experiencia única en cada bocado.
Además del bacalao, otros platos icónicos de la capital portuguesa incluyen el caldo verde, una sopa tradicional elaborada a base de col rizada y chorizo, y el arroz de marisco, que resalta la riqueza del Atlántico.
Las técnicas de cocción tradicionales se entrelazan con los ingredientes frescos y locales, lo que resulta en guisos sustanciosos como la caldeirada y la cataplana, que son pruebas irrefutables de la maestría culinaria de Lisboa.
Las sardinas a la plancha, que durante el verano llenan el aire de su aroma característico, se convierten en un símbolo de festividad, especialmente durante las Festas dos Santos Populares, donde la comunidad se reúne para disfrutar de barbacoas al aire libre.
La innovación en la cocina lisboeta también se refleja en platos menos conocidos, como la meia desfeita de bacalhau, que combina bacalao con garbanzos, cebolla y un aderezo de pimentón y aceite de oliva.
Este tipo de preparaciones son testimonio de la creatividad de los chefs locales, quienes están constantemente explorando y reinterpretando recetas tradicionales, llevando la gastronomía portuguesa a nuevas alturas. La ciudad también cuenta con marisqueiras, restaurantes especializados en mariscos, que ofrecen desde gambas y langosta hasta mejillones y almejas, todos frescos y de calidad.
Un dulce sello de identidad
No se puede hablar de la gastronomía de Lisboa sin mencionar sus célebres pasteles de nata, que han conquistado paladares en todo el mundo. Estos pequeños pasteles de hojaldre rellenos de crema son un deleite que atrae a turistas y locales por igual, siendo Casa Pastéis de Belém el lugar más emblemático para degustarlos.
Las largas filas que se forman diariamente son un testimonio de la popularidad de este manjar. En los meses de invierno, los lisboetas disfrutan de un chupito de ginjinha, un licor de cereza típico, que se encuentra en numerosos bares y que ofrece una calidez reconfortante en los días fríos.
Potencial de crecimiento en la escena gastronómica
Lisboa no solo es reconocida por su rica oferta culinaria, sino también por su potencial como destino vinícola.
Con nueve Denominaciones de Origen Controladas, la región vinícola de Lisboa es una de las menos explotadas y más fascinantes de Portugal.
La cercanía del océano Atlántico y el río Tajo contribuyen a la diversidad y calidad de los vinos producidos en esta área, lo que brinda a los visitantes la oportunidad de disfrutar de catas de vino en entornos únicos, rodeados de paisajes impresionantes.
Este reconocimiento de Lisboa como el mejor destino culinario urbano de Europa no solo es un triunfo para la ciudad, sino también para todo el país, que está ganando cada vez más visibilidad en la escena gastronómica internacional.
Los premios World Culinary Awards sirven como plataforma para celebrar la creatividad y el talento de chefs y restaurantes que están elevando la gastronomía a nuevas alturas, atrayendo a un número creciente de turistas en busca de experiencias culinarias auténticas y memorables.
De esta manera, Lisboa ha demostrado que su oferta gastronómica es digna de los más altos reconocimientos.
La combinación de tradición, innovación y calidad en los ingredientes posiciona a la ciudad como un destino imprescindible para los amantes de la buena cocina.
Con el auge del turismo gastronómico, Lisboa está lista para seguir brillando en el escenario internacional, consolidándose como un referente para los viajeros que buscan explorar el mundo a través de sus sabores.
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