La historia de Crunchy es un testimonio de la importancia de escuchar al cliente, adaptarse a sus necesidades, y mantener un propósito claro.
En el episodio 4 de Buen Gusto Podcast, Rafael Cárdenas, creador de Crunchy, habla de su exitoso negocio enfocado en pollo que, en seis años, ya logra ventas por $300 millones al mes y cuenta con cinco sedes en Bogotá. El empresario destaca cómo el propósito superior se ha convertido en el hilo conductor para crecer controladamente, apalancándose en la cercanía con sus clientes y en las redes sociales.
Rafael comenzó su aventura gastronómica con una visión ambiciosa: transformar el clásico chicken and waffle en una experiencia culinaria innovadora. Sin embargo, lo que inicialmente parecía una idea millonaria pronto se encontró con la dura realidad. Al abrir su primer local, se dio cuenta de que el negocio no era tan sencillo como había imaginado. La primera etapa fue especialmente difícil, con ingresos apenas suficientes para cubrir el alquiler y sin posibilidad de salarios para él y su socio.
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A lo largo de los años, el restaurante ha pasado de un local pequeño y básico a espacios más grandes que permiten una mejor experiencia al cliente. La adaptación también incluyó la incorporación de servicios a domicilio, algo que inicialmente no estaba en los planes de Rafael pero que se convirtió en una parte esencial del negocio gracias a la demanda de los clientes.
La filosofía detrás de Crunchy se manifiesta en detalles simples, como el juego de «stop» en las mesas, que busca fomentar la interacción y el disfrute del tiempo en familia. Rafael enfatiza que estos pequeños detalles son fundamentales para crear una experiencia memorable y auténtica para el cliente. El propósito superior de Crunchy es la felicidad, una visión que su creador ha mantenido clara desde el principio.
Conoce más sobre su filosofía como empresario gastronómico en la entrevista completa de Buen Gusto Podcast: