Uno de los platos más queridos por los argentinos es protagonista de un restaurante bogotano, que por años ha permanecido vigente.
En Argentina la pasión por las milanesas tiene su arraigo desde las mesas familiares. Es uno de esos platos que allí se llevan en el corazón, porque evocan al sabor del hogar. Las famosas “milangas” son esenciales en el menú de cientos de restaurantes, bodegones, bares y hasta estadios de fútbol.
Su origen ha sido motivo de discusión. Al principio se pensaba que esta receta de carne empanizada provenía de Suiza, donde existe un plato similar llamado schnitzel o escalope vienés.
Pero después se dijo que era original de Milán, donde se preparaba el escalope con pan rallado y huevo. Más adelante, a principios del siglo XX, los alemanes aseguraron que esta idea les pertenecía.
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Lo cierto es que, con las migraciones, el plato llegó a Buenos Aires y se popularizó. Allí no solo se le dio el nombre con el que es tan conocido en América Latina, sino que comenzaron a crear diferentes versiones, con distintos ingredientes.
Hace 40 años, cuando muchos argentinos buscaron mejores condiciones de vida por fuera de su país, a Bogotá llegó uno de ellos: Norberto García, quien se conoció con dos colombianas, que compartían con él su gusto por la cocina y su memoria emotiva por las «milangas».
Nació entonces El Boliche, en el barrio La Macarena, donde aún existe una de sus sedes, con un menú basado en milanesas y pastas, también infaltables en las mesas “argentas”. Con el tiempo, los hijos de una de las fundadoras del restaurante tomaron las riendas. Abrieron nuevos locales en Quinta Camacho, La Candelaria y el Centro Internacional (que ya cerró).
Un clásico vigente
Carlos Rueda, propietario del El Boliche Quinta Camacho, asegura que, aunque el establecimiento conserva su esencia y su concepto, ha sabido adaptarse a los cambios y transformarse con el tiempo.
Muchos de sus clientes que han envejecido siguen allí, al igual que los comensales de las nuevas generaciones, que tienen un vínculo heredado de sus padres con el restaurante o que llegan al lugar por alguna recomendación.
El Boliche, con todo y sus 40 años, permanece en carrera, pese a que no es percibido como “el sitio de moda”. Pese a que aquí importa más la comida, que la foto para el Instagram.
Pero, contrario a lo que uno podría pensar, este es un restaurante vanguardista, que ha sabido leer el mercado y adelantarse a algunas tendencias. Hace 17 años, cuando pocos hablaban del tema, El Boliche ya incursionaba con productos orgánicos. Hizo una apuesta por el producto local, cuando el común denominador en los restaurantes era importar. Incursionó con las pastas veganas mucho antes de varios que hoy fundamentan su oferta de valor en esta característica.
De la carta que conocieron los primeros clientes hace 40 años, quedan pocas cosas. Hoy el menú cuenta con 18 preparaciones de milanesas, que pueden complementarse con diferentes pastas.
Elecciones para ir a la fija, según Carlos, son: la Boliche (con salsa boloñesa, jamón y queso mozzarella), la clásica napolitana (con salsa napolitana y queso mozzarella); y la Vodka (con salsa picante con crema, vodka, ají y queso parmesano).
Pero si es para una primera experiencia, la mejor elección será la más simple: milanesa sencilla, acompañada de pasta al burro.
Dónde: Calle 69ª # 10-23 (Quinta de Camacho)
Tel.: (+1) 3217447
info@restauranteelboliche.com
www.restauranteelboliche.com
Lunes a sábado de 12 m a 11 pm – Domingos 12m a 5pm