Alchemist, el innovador restaurante de Copenhague que solo recibe a 52 comensales por noche para su experiencia gastronómica inmersiva de 50 platos, y que cuenta con una lista de espera de 10,000 personas para conseguir una reserva, se embarca en una nueva aventura, más exclusiva y asombrosa.
Munk, quien ha ganado dos estrellas Michelin y ocupa un lugar permanente entre los cinco mejores en la lista de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, ha anunciado su asociación con las empresas de viajes espaciales de lujo SpaceVIP y Space Perspective para lo que se ha denominado «la primera experiencia gastronómica estratosférica».
Una nueva frontera en la alta cocina y el lujo se abre paso con el primer restaurante en el espacio. Para lograrlo, el chef Rasmus Munk, se asoció con SpaceVIP y Space Perspective.
Se trata de un ambicioso proyecto conocido como «la primera experiencia gastronómica estratosférica», que tendrá lugar a bordo de la cápsula Spaceship Neptune, y ofrecerá un exclusivo banquete a 100,000 pies de altura.
Munk, con dos estrellas Michelin y un lugar destacado en la lista de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, está llevando su creatividad a nuevos horizontes y ha diseñado una experiencia de seis horas que costará aproximadamente 495,000 dólares por persona. Este precio incluye no solo la comida, sino también el viaje a bordo de la cápsula Neptune, que tiene capacidad para solo seis comensales.
Para poner este costo en perspectiva, el precio medio de una casa en Estados Unidos el año pasado fue de 417,000 dólares. Comparativamente, el restaurante Michelin más caro del mundo, Ultraviolet en Shanghái, cobra alrededor de 1,400 dólares por persona por su menú de degustación.
La cápsula Spaceship Neptune está equipada con todas las comodidades necesarias para garantizar una experiencia lujosa. Los viajeros disfrutarán de un bar completo, con un brindis con champaña al llegar al «borde del espacio». Además, podrán conectarse con sus seres queridos gracias al Wi-Fi a bordo y compartir en tiempo real las vistas y experiencias. Los seis afortunados comensales también vestirán trajes personalizados diseñados por la lujosa marca francesa de ropa de esquí Ogier.
El menú, que será preparado en una mini cocina a bordo de la cápsula, incluirá platos inspirados científicamente y filosóficamente por la historia de los viajes espaciales. Según Munk, algunos de los componentes de los platos deberán ser preparados antes del despegue y luego serán calentados y terminados en el espacio. «En esta experiencia, quiero resaltar la comida como un hilo común en nuestra existencia humana, y será verdaderamente significativo servirla mientras se observa la curvatura de la Tierra», comentó Munk.
Además de la experiencia gastronómica, el proyecto tiene un propósito filantrópico. Parte de los ingresos de estos viajes será donada a Space Prize, una organización con sede en Nueva York que promueve la igualdad de género en la ciencia y la tecnología, incluyendo la exploración espacial. Este gesto subraya el compromiso de los organizadores con causas sociales importantes, añadiendo una dimensión de impacto positivo a la lujosa experiencia.
Este primer restaurante en el espacio no solo representa un avance en la alta gastronomía, sino también una nueva forma de explorar nuestra relación con el planeta y más allá.
Una experiencia de ciencia ficción
La experiencia trasciende el simple hecho de comer en un entorno excepcional. La cápsula Neptune está equipada con todas las comodidades imaginables: una minicocina donde se prepararán las exquisiteces de Munk, un bar bien surtido y un baño, garantizando confort y conectividad durante todo el viaje.
Este restaurante no solo ofrece una comida con estrellas Michelin, sino que invita a los comensales a participar en una experiencia que desafía la gravedad y las percepciones, brindando vistas y sensaciones que antes estaban reservadas únicamente para astronautas. «Esta va a ser una experiencia increíble», escribió Munk en su cuenta de Instagram, reflejando la emoción y la magnitud del proyecto.
