Con un enfoque orientado a la cocina colombiana y propuestas de productos con denominación de origen, este tradicional restaurante pretende convertirse en un referente de turismo gastronómico.
El Cerro Monserrate es el principal símbolo de la capital colombiana. Allí no solo se manifiestan las más arraigadas tradiciones culturales y religiosas de los bogotanos, sino que también es un destino que sorprende por sus atributos naturales, paisajísticos y gastronómicos. Cerca de 12 millones de personas, entre locales y extranjeros, lo visitan anualmente.
En la cima del cerro se encuentra ubicado el restaurante Casa Santa Clara, que ofrece platos colombianos, como tamales, bandeja paisa, ajiaco y parrilladas. Sin embargo, conocimos que se están preparando grandes cambios, tanto en la propuesta gastronómica, como en la experiencia hacia el consumidor.
“Santa Clara tiene que ser un icónico en la cocina colombiana, de rescate de nuestra historia. Este sitio será un lugar de investigación culinaria. Trabajaremos muchísimo con denominaciones de origen y le daremos valor a nuestro patrimonio gastronómico”, comentó Andrés Herrera, gerente de restaurantes Monserrate.
De esta manera, muy pronto, allí se podrán encontrar productos locales como las achiras típicas del Huila, el bocadillo veleño, el queso Paipa, y diferentes variedades de frutas. Esta renovación hace parte de un proyecto que lleva varios meses de investigación y desarrollo.
«Santa Clara tiene que ser un icónico en la cocina colombiana, de rescate de nuestra historia. Este sitio será un lugar de investigación culinaria».
Según nos enteramos, el cambio de menú será la primera fase de otra serie de transformaciones que aportarán a la experiencia de turistas y bogotanos que visiten Santa Clara en los próximos meses.
Por ahora, el restaurante comenzó a dar señales de lo que será su nuevo concepto, con el lanzamiento del primer concurso gastronómico para jóvenes estudiantes: Historias y Sazones.
“Esta iniciativa busca, que busca impulsar la cocina tradicional colombiana, convocó a estudiantes de programas técnicos y tecnológicos de cocina y gastronomía, para empezar a poner en valor nuestra gastronomía desde la base. El concurso se realizará cada seis meses”, indicó el gerente de Restaurantes Monserrate.
Un estímulo para los jóvenes
Entre los criterios que tuvieron en cuenta los jurados para evaluar y elegir al ganador de la primera versión de Historias y Sazones fueron la investigación, la tradición asociada a la preparación, los ingredientes, la presentación, el costo del plato y la ficha técnica.
17 estudiantes se postularon y cinco llegaron a la final, que tuvo lugar este 12 de junio en esta icónica casa blanca del Cerro Monserrate.
Juan Carlos Posso, de 19 años y estudiante de la Uniagustiniana, se llevó el primer lugar con su preparación “pulgarejo al atardecer andino”, un entrenzado a la parrilla con un sofrito de habas, zanahoria y ají amarillo, acompañado de ensalada de acelgas de colores con rábanos apanados en achiras, cubios, hibias y habas encrespadas, y vinagreta de zanahoria.
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“Este premio representa el esfuerzo propio, de mi familia, y de la universidad; me siento muy feliz. La gastronomía colombiana es espectacular y nosotros como gastrónomos necesitamos retomar esas costumbres que nuestros antepasados nos dejaron y revivirlas, aplicando la profesionalidad para la cual nos estamos preparando”, comentó el ganador.
Con este reconocimiento, Restaurantes Monserrate no solo financiará el próximo semestre de este estudiante, sino que incluirá este plato en la carta, al igual que los que ocuparon el segundo y tercer puesto.
Mauricio Silva, periodista gastronómico y uno de los jurados del I Historias y Sazones manifestó: «Estoy profundamente conmovido por estos jóvenes, por cómo hacen su trabajo. Me emociona casi hasta la lágrima, porque me parece muy bello que nuestra juventud y las escuelas esté apostándole a algo así. Ese es el camino, con la lupa puesta en nuestra gastronomía«.
Con esta iniciativa, comienza pues una nueva etapa de Casa Santa Clara, encaminada a poner en valor la gastronomía colombiana desde una óptica seria de investigación y aporte social.
Fotos cortesía: Restaurante Monserrate
